Carmen cuenta:
He trabajado con Nuevo Movimiento Santuario desde el 2007. Ese año hubo una redada de trabajadores de limpieza en la compañía ABM. La mayoría de las personas afectadas eran mujeres con hijos, y muchas fueron deportadas.
En ese momento NSM recurrieron a mi por mi liderazgo en la comunidad. Recibí una llamada diciéndome que ellos podían ayudar, y preguntando que necesidades tenían las personas afectadas. Recolectaron víveres, ropa y prestaron ayuda económica. Me ayudaron a crear un “shelter” en mi casa para las trabajadoras que temían regresar a su casa por miedo a la migra. Había que reubicar a los niños si los padres estaban en detención, era un torbellino de actividades, y sin NSM el trabajo no se podía hacer.
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